De la Divulgación a la acción en Sostenibilidad
De la Divulgación a la acción en Sostenibilidad
La transparencia y la claridad en los informes no sólo aumentan la confianza de los inversores, sino que también fortalecen la gobernanza corporativa y ayudan a las organizaciones a cumplir con sus compromisos de sostenibilidad de manera efectiva (ACCA, 2024).
Divulgar no basta, pero es un buen ejercicio para mejorar el monitoreo y evaluación de las operaciones y las iniciativas desarrolladas.
La sostenibilidad debe ser vista como una estrategia de largo plazo que se integra profundamente en todos los procesos de negocio. Según “Los principios del buen reporte corporativo”, un enfoque basado en principios y proporcionalidad es clave para que las empresas puedan adaptarse a las necesidades cambiantes de sus stakeholders, sin generar una carga excesiva de informes (ACCA, 2024). Las empresas deben asegurarse de que sus acciones sean consistentes con los principios de materialidad y relevancia, y que la información proporcionada sea útil para los inversores y otras partes interesadas.
En este sentido, los estándares de divulgación ayudan a dirigir las preguntas, porque para entender realmente a las organizaciones, no basta con que se diga “creemos en la equidad y no discriminamos”, la idea es poder llegar más lejos y establecer políticas para fomentar la diversidad de conocimiento y experiencia, partiendo por el directorio, establecer metas claras e indicadores que faciliten el monitoreo y evaluación de las estrategias para lograr dicha equidad.
Algo similar ocurre con los indicadores medioambientales, ya no basta con publicar que “ nos preocupa el medio ambiente” o “ reduciremos nuestra huella de carbono”, la idea es tener muy claro el “cómo”, el “cuándo”, y agregaría a estas una pregunta clave, el “dónde”, porque reducir las emisiones puede ser porque implementaste equipos o sistemas más modernos y eficientes logrando el ahorro en consumo del mismo combustible para cierta operación, cambiaste a otra tecnología o fuente energética, mejoraste los mantenimientos así que tienes menos perdidas, hiciste un mejor control del consumo y los procesos, o simplemente, produjiste menos, mantuviste o incluso incrementaste la intensidad de emisiones por producto, pero produjiste menos y eso se reflejó como una menor huella neta.
Se puede lograr un avance mucho mejor, más seguro y eficiente cuando, conociendo el contexto y los riesgos, se toman acciones estratégicas y estructurales basadas en objetivos e indicadores correctos.
La sostenibilidad no debe ser entendida como sólo una obligación regulatoria ni una herramienta de marketing; sino como el resultado de una estrategia que cuando se integra en la toma de decisiones y en todos los niveles de la organización se transforma en oportunidades para las empresas de mejorar su competitividad, fortalecer su resiliencia y construir relaciones más sólidas con sus stakeholders.
Siguiendo los principios de buen reporte corporativo y adoptando un enfoque integral hacia la sostenibilidad, las empresas pueden crear una estrategia sólida que les permita prosperar en un futuro incierto. Para comenzar, recomiendo definir qué esfuerzos tienen sentido y son realmente sostenibles, evitar el greenwashing, y aprovechar oportunidades como:
Esto también aplica a países. Si Chile quiere atraer inversión extranjera sostenible, real y permanente, debe mejorar indicadores como el IGOPP del BID. La gobernanza, la preparación frente a desastres y la transparencia, son condiciones necesarias para inspirar confianza, y dar reales oportunidades a los negocios de prosperar y mantenerse en el tiempo.
Pero todo esto, parte de un ejercicio clave, identificar los riesgos financieros derivado de los factores de sostenibilidad (ESG) y los riesgos de impacto de nuestras operaciones (al final, cómo nuestras operaciones afectan positiva o negativamente a las personas y el planeta), en un ejercicio de definición de temas materiales, que luego se priorizarán para facilitar la definición de una estrategia de gestión sostenible y la definición de metas e indicadores.
Con estos ejercicios hechos, y la consideración de cómo pueden o van a influir en tu negocio, quienes serán los responsables de monitorear la implementación de la estrategia y los distintos escenarios que se consideraron en ella, estarás mejor posicionado para explicar a tus inversionistas, posibles inversionistas, financistas y sociedad en general, qué tan buen negocio es poner su capital en tu empresa. Los ejercicios de transparencia en temas de sostenibilidad no son más que eso, decir qué tan seriamente te preparas para que como empresa permanezcas y florezcas en el tiempo. ¿Pero cómo saber qué cosas son importantes de mencionar y explicar? Aquí es donde te apoyas con normas como la IFRS S1 y S2, localmente la NCG 461 + 519, los estándares SASB, GRI y a mi gusto la norma Europea con el ESRS.
Es panorama desafiante y cambiante, depende de muchas variables y por esto, una estrategia de sostenibilidad no puede ser genérica ni reactiva, debe construirse desde la comprensión profunda del negocio, de sus personas, de su entorno y sus riesgos. De aquí es que, como hemos podido presenciar, nace la decisión de empresas, lideres y en crecimiento, de implementar áreas especificas de sostenibilidad, que , aunque se apoyan en servicios profesionales como los nuestros, son las encargadas de implementar y monitorear los proyectos y estrategias de sostenibilidad, se encargan de levantar las necesidades y riesgos ESG ante el comité de riesgos, sus propias gerencias, y hasta el directorio. Son quienes funcionan como nuestra contraparte, conocen el negocio y hacia dónde quiere ir y, por sobre todo, son los responsables de que la sostenibilidad permee toda la organización, llevando la visión del directorio al ejercicio práctico.
La sostenibilidad no es un check list de cumplimiento, es el resultado de una estrategia para anticiparse, adaptarse y prosperar.
Divulgar no basta, pero es un buen ejercicio para mejorar el monitoreo y evaluación de las operaciones y las iniciativas desarrolladas.
La sostenibilidad debe ser vista como una estrategia de largo plazo que se integra profundamente en todos los procesos de negocio. Según “Los principios del buen reporte corporativo”, un enfoque basado en principios y proporcionalidad es clave para que las empresas puedan adaptarse a las necesidades cambiantes de sus stakeholders, sin generar una carga excesiva de informes (ACCA, 2024). Las empresas deben asegurarse de que sus acciones sean consistentes con los principios de materialidad y relevancia, y que la información proporcionada sea útil para los inversores y otras partes interesadas.
En este sentido, los estándares de divulgación ayudan a dirigir las preguntas, porque para entender realmente a las organizaciones, no basta con que se diga “creemos en la equidad y no discriminamos”, la idea es poder llegar más lejos y establecer políticas para fomentar la diversidad de conocimiento y experiencia, partiendo por el directorio, establecer metas claras e indicadores que faciliten el monitoreo y evaluación de las estrategias para lograr dicha equidad.
Algo similar ocurre con los indicadores medioambientales, ya no basta con publicar que “ nos preocupa el medio ambiente” o “ reduciremos nuestra huella de carbono”, la idea es tener muy claro el “cómo”, el “cuándo”, y agregaría a estas una pregunta clave, el “dónde”, porque reducir las emisiones puede ser porque implementaste equipos o sistemas más modernos y eficientes logrando el ahorro en consumo del mismo combustible para cierta operación, cambiaste a otra tecnología o fuente energética, mejoraste los mantenimientos así que tienes menos perdidas, hiciste un mejor control del consumo y los procesos, o simplemente, produjiste menos, mantuviste o incluso incrementaste la intensidad de emisiones por producto, pero produjiste menos y eso se reflejó como una menor huella neta.
Se puede lograr un avance mucho mejor, más seguro y eficiente cuando, conociendo el contexto y los riesgos, se toman acciones estratégicas y estructurales basadas en objetivos e indicadores correctos.
La sostenibilidad no debe ser entendida como sólo una obligación regulatoria ni una herramienta de marketing; sino como el resultado de una estrategia que cuando se integra en la toma de decisiones y en todos los niveles de la organización se transforma en oportunidades para las empresas de mejorar su competitividad, fortalecer su resiliencia y construir relaciones más sólidas con sus stakeholders.
Siguiendo los principios de buen reporte corporativo y adoptando un enfoque integral hacia la sostenibilidad, las empresas pueden crear una estrategia sólida que les permita prosperar en un futuro incierto. Para comenzar, recomiendo definir qué esfuerzos tienen sentido y son realmente sostenibles, evitar el greenwashing, y aprovechar oportunidades como:
- Acceso a fondos verdes
- Optimización de procesos y recursos
- Mejora en la capacitación, eficiencia y motivación del equipo
- Fortalecimiento de la cadena de valor
- Desarrollar ventajas competitivas reales
- Identificar riesgos actuales y futuros, su nivel de impacto y probabilidad
Esto también aplica a países. Si Chile quiere atraer inversión extranjera sostenible, real y permanente, debe mejorar indicadores como el IGOPP del BID. La gobernanza, la preparación frente a desastres y la transparencia, son condiciones necesarias para inspirar confianza, y dar reales oportunidades a los negocios de prosperar y mantenerse en el tiempo.
Pero todo esto, parte de un ejercicio clave, identificar los riesgos financieros derivado de los factores de sostenibilidad (ESG) y los riesgos de impacto de nuestras operaciones (al final, cómo nuestras operaciones afectan positiva o negativamente a las personas y el planeta), en un ejercicio de definición de temas materiales, que luego se priorizarán para facilitar la definición de una estrategia de gestión sostenible y la definición de metas e indicadores.
Con estos ejercicios hechos, y la consideración de cómo pueden o van a influir en tu negocio, quienes serán los responsables de monitorear la implementación de la estrategia y los distintos escenarios que se consideraron en ella, estarás mejor posicionado para explicar a tus inversionistas, posibles inversionistas, financistas y sociedad en general, qué tan buen negocio es poner su capital en tu empresa. Los ejercicios de transparencia en temas de sostenibilidad no son más que eso, decir qué tan seriamente te preparas para que como empresa permanezcas y florezcas en el tiempo. ¿Pero cómo saber qué cosas son importantes de mencionar y explicar? Aquí es donde te apoyas con normas como la IFRS S1 y S2, localmente la NCG 461 + 519, los estándares SASB, GRI y a mi gusto la norma Europea con el ESRS.
Es panorama desafiante y cambiante, depende de muchas variables y por esto, una estrategia de sostenibilidad no puede ser genérica ni reactiva, debe construirse desde la comprensión profunda del negocio, de sus personas, de su entorno y sus riesgos. De aquí es que, como hemos podido presenciar, nace la decisión de empresas, lideres y en crecimiento, de implementar áreas especificas de sostenibilidad, que , aunque se apoyan en servicios profesionales como los nuestros, son las encargadas de implementar y monitorear los proyectos y estrategias de sostenibilidad, se encargan de levantar las necesidades y riesgos ESG ante el comité de riesgos, sus propias gerencias, y hasta el directorio. Son quienes funcionan como nuestra contraparte, conocen el negocio y hacia dónde quiere ir y, por sobre todo, son los responsables de que la sostenibilidad permee toda la organización, llevando la visión del directorio al ejercicio práctico.
La sostenibilidad no es un check list de cumplimiento, es el resultado de una estrategia para anticiparse, adaptarse y prosperar.